Algunas vacunas pueden tomarse por vía oral o rociarse en la nariz. Hable con su médico para ver si es una opción. La mayoría de las veces, tendrá que recibir la inyección con una aguja. Puede que le arda un momento y le duela un poco, pero es mucho mejor que correr el riesgo de enfermarse. Poner un paño fresco y húmedo en el lugar de la inyección puede ayudar a que se sienta mejor.